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View Full Version : Literatura de verdad...


Phosphoros
03-08-2003, 12:47 PM
Andron Epiphanon Pasa Ge Taphos

I.- De la Inteligencia que se perdió

Lucius Octavius era un hombre sabio y sumamente inteligente cuando murió. En realidad fue brutalmente asesinado por aquellos que decían predicar y hacer todo lo que <<el ungido>> ( Cristo) dictaba . ¿Por qué fue asesinado? por el simple hecho de ser lo que lo que hoy llamaríamos “disidente” (en ese entonces eran llamados “herejes”) y cuestionar una institución disfuncional cuyos miembros no eran mas que unos hipócritas incultos que gustaban del poder; ocultaban a todos la sabiduría y el conocimiento con el fin de manejarlos a su voluntad; asesinaban a todo aquel que descubriera la sabiduría por sí mismo, o a aquel que dejara ver sus errores. Todo esto en el nombre de aquel que murió por culpa de gente como ellos en la cruz, y en el nombre del ser supremo llamado por casi todos “Dios”.

Octavius era el hijo de un viajero de origen franco, dado que sabía leer y prefería las letras a las armas , fue severamente perseguido por sus compatriotas. Así que decidió viajar a Roma, en donde conoció a la que habría de ser la madre de Octavius . Se casó con ella, y el al estar tan cerca de la iglesia se dio cuenta de las atrocidades cometidas por ésta. Así, comenzó a hablar en contra de la iglesia; fue excomulgado, sin embargo esto le importó poco y continuó diciendo que pensaba y había visto. Fue perseguido, así que decidió huir al ámbito musulmán en España. Ahí, mucho más tranquilo y libre, aprendió a hablar árabe, además ayudaba a los musulmanes a traducir manuscritos en griego y latín. Pronto fue muy querido por todos los musulmanes, quienes a diferencia de los cristianos, admiraban y aplaudían el conocimiento. Fue entonces cuando nació Octavius, en Córdoba. El joven Octavius fue pupilo de grandes maestros, entre ellos Ibn-Rushdi (mejor conocido en castellano como Averroes); desde muy pequeño el joven Octavius demostró su inteligencia, y dadas las condiciones, Octavius pudo devorar grandes obras de filósofos clásicos: Platón, Sócrates, Aristóteles et caetera. El joven consultaba los libros para escapar de la realidad y situarse a sí mismo en lugares como la esplendorosa Alejandría con su enorme y hermosísima biblioteca; se repetía a sí mismo: “ si tan solo la iglesia y el cristianismo no hubieran cambiado la manera de pensar de las personas”.

Así fue como decidió viajar a la Europa cristiana; no obstante a pesar de su inteligencia y sabiduría, Octavius carecía de otro tipo de sabiduría, esencial que no se aprende en ningún libro y solo se adquiere con el paso de los años. Por lo tanto no previó bien las cosas, creyó (ingenuamente) que podría hacerles entender a unos ignorantes campesinos que debían alejarse de la iglesia y de sus prácticas erróneas que diferían (y difieren) mucho de las prácticas cristianas primitivas y del verdadero mensaje del Mesías.




II.- El arribo a la Europa cristiana.

Cuando Octavius emprendió el viaje a Europa era ya un hombre, se despidió de todos, y muy triste les dijo adiós a sus ahora ancianos padres, a quienes, estaba casi seguro, quizás jamás volvería a ver. Octavius tomó unos cuantos libros y un poco de dinero y se marchó. Después de semanas de viajar arribó por fin a Francia, donde su primer gran objetivo era París, otrora llamada Lutecia, y este era el nombre que Octavius prefería usar.


Durante el largo recorrido que habría de realizar hasta Lutecia, Octavius se detuvo en varias aldeas, en las cuales fue acogido amablemente, pues fascinaba a los aldeanos con historias, algunas inventadas por él, otras tantas tomadas de diversos autores; sin embargo no obtuvo ningún resultado cuando comenzó a hablar de la iglesia. Al no encontrar reacción en las personas se dio cuenta que las cosas iban a ser más complicadas de lo que había pensado previamente.

Cuando por fin llegó a París, se acercó a la plaza central y comenzó a decir:
“¡Escuchadme ciudadanos de París! Debéis saber que aquella institución que vosotros llamáis “santa”, abusa de vosotros y de todos sus seguidores, al no dejarles pensar por ustedes mismos, imponiéndoles algo a la fuerza, escondiendo de ustedes la sabiduría. Es menester que acudáis conmigo, con el fin de lograr hacer algo con respecto a esto”

El pueblo no tomó en serio las palabras de Octavius, debido a que ni siquiera las comprendieron del todo. Sin embargo, había un joven , de nombre Lotario, sus ojos reflejaban una inteligencia aguda, este muchacho tenía mucha hambre de saber, sin embargo no sabía leer, y era un desperdicio de intelecto. El joven viendo en Octavius una gran oportunidad que no podría dejar pasar se acercó a él, Octavius lo vio, y observó en sus ojos una gran inteligencia. Así pues Octavius enseñó a el joven Lotario a leer y a escribir y a hablar griego y latín; éste sufrió un gran cambio, que realmente se notaba, la lectura de todos esos libros hizo que la inteligencia de Lotario fuera aprovechada.



III.-El viaje a Roma

Habían pasado ya tres años desde que Octavius y el joven Lotario se habían conocido aquel día en la plaza, la gente estaba considerando echarlos de la ciudad, por orden de las autoridades religiosas de la urbe, pues decían, atraían al demonio. Esto por supuesto no eran más que estúpidas creencias sin base ni fundamente, impuestas por los clérigos.

Así pues, decidieron abandonar el pueblo de noche, huirían a Borgoña, así estarían más cerca de su objetivo final y principal: Roma. Octavius sabía que esto era extremadamente arriesgado, sin embargo, él parecía muy confiado; esto se debía a que, si bien había oído de la hostilidad y rigidez del cristianismo hacia el conocimiento y las ideas diferentes a su doctrina, esta se había acentuado desde que su padre abandonó la Europa cristiana, debido a que los clérigos estaban cada vez peor preparados, y el pueblo sabía un poco más, pues la oscuridad había empezado a disiparse un poco en ciertos puntos, en Francia, por ejemplo, gracias a las escuelas que Alcuino había fundado por orden de Carlomagno. Sin embargo una nueva oleada de oscuridad estaba cayendo sobre la Europa cristiana, acarreada por los incultos clérigos, cerrando todas las escuelas y obligando a todos a creer en ellos por medio del terror. El pobre pueblo sin armas intelectuales no podía defenderse.

Así fue como encontraron Octavius y Lotario a Roma, sumergida en la oscuridad y el terror, ruinas de lo que antaño había sido la capital del imperio más grande del mundo. Al ver esto, Octavius sintió una profunda tristeza, había leído maravillas de esta espléndida urbe, se puso a pensar en cómo el hombre puede hacer cosas tan hermosas, y a la vez cometer las peores atrocidades.



IV.-Empieza la querella de palabras y dogmas

Cuando llegó a Roma, Octavius requería un lugar dónde vivir, recordó que su padre tenía amistades en la ciudad, se dio a la tarea de encontrarlos . Lo logró y encontró a un anciano casi ciego, su nombre era Homero (nombre que casi le quedaba perfectamente). El anciano amablemente se ofreció a hospedarlos, así que el problema del alimento y la vivienda estaba resuelto.

Así pues, se dispuso a comenzar con su objetivo, la razón por la cual había acudido a Roma. Entonces fue a misa, y se dio cuenta de que el clérigo no sabía leer y que se aprendía la misa, disimulando su analfabetismo con el libro abierto frente a él, esto llenaba de cólera a Octavius. Ahora bien, cuando el sacerdote se disponía a decir “Vade in Pace” Octavius le gritó:
“¡Oh Clérigo! Encuentro realmente interesante que todas estas personas le presten atención, y vos no sepáis ni leer”.

El clérigo, al ser descubierto se puso muy nervioso, no supo cómo reaccionar, el hombre que había emitido esas palabras estaba frente a él, mirándolo. El clérigo, al no poder competir intelectualmente con aquel hombre de complexión y estatura medianas, ojos y cabello café oscuro, echó a correr.

Los rumores de lo ocurrido entre Octavius y el clérigo pronto comenzaron a correr por la ciudad, el viejo, amigo de los padres de Octavius le advirtió que lo mejor sería tranquilizarse y ya no proseguir con lo que tenía planeado, de lo contrario sería asesinado, el anciano le dijo : “ te digo esto <<pro bono tua>>”. Sin embargo Octavius creía que su misión era lo que estaba haciendo, y no le importaba morir intentándolo.


V.-Se avecina la catástrofe

Los rumores de alguna manera llegaron hasta los oídos del obispo de Roma, o como se le llamaba desde hacia ya varios siglos: “Papa”, en latín pontifex maximus . Al darse cuenta del impacto que lo ocurrido al final de la misa y las palabras de Octavius hacia el pueblo estaban causando, decidió tomar en sus manos el asunto . El pontifex maximus decidió demostrar que él era mejor, así que invitó a Octavius a “debatir” (pues aunque iba a ser una discusión con muchas características del debate, no era formalmente uno) frente al pueblo, de esta manera podría exponerlo ante él y demostrarles que si bien era muy inteligente, los miembros de la iglesia lo eran aún más. Sin duda el pontifex maximus ganaría, pues era el líder de la institución que Octavius tanto criticaba, al menos eso creía el Papa.

El día llegó, se convocó a una multitud en la plaza del centro para presenciar la victoria de la iglesia ante los herejes, de esta manera el pueblo vería cual es el mejor camino. Cuando ambos arribaron se veían muy confiados, sin embargo había algo en Octavius que inquietaba al pontifex maximus .

El Papa fue el que inició el “debate”:
“Este hombre dice no creer en lo que la sagrada institución predica y hace , quizás podríais explicarnos la razón – dijo observando a Octavius-“ .
“La razón honorable señor - respondió Octavius- es que vuestra institución ya no sigue los principios fundamentales del cristianismo, además me parece más un pecado asesinar en el nombre de Dios a creer algo diferente. Si Jesús os viese caminando por la calle como vais, todo enjoyado, seguro se echaría a llorar por lo que habéis hecho con sus enseñanzas y su doctrina.

El pontifex maximus quedó sorprendido, no sabía cómo reaccionar o qué responder, pues esto era verdad, así que permaneció en silencio pensando qué haría esta vez para engañar al pueblo. Lo mejor para Octavius hubiera sido permanecer callado, sin embargo agregó: “además, vos decís que estas tierras son vuestras, que lo dice <<la donación de Constantino>>, y vos sabéis que es completamente falsa, estas tierras pertenecen al pueblo”. Al oír esto el pontífice se quedó paralizado.


VI.- Consummatum est

Al oír acerca de “la donación de Constantino”, el pueblo se alborotó. Sólo había una manera de detener esto, matar ante la vista de todos a Octavius (quien ya se había retirado de ahí mientras los clérigos lidiaban con el pueblo); él lo sabía perfectamente, así que en cuanto llegaron a la casa del anciano, le instó a Lotario a escapar ; sin embargo el joven le había cogido mucho afecto al erudito, su tutor. Octavius quería quedarse y afrontar lo que habría de venir, así pues, Lotario escapó con lo que pudo, sin rumbo fijo. Horas después, llegaron los clérigos por Octavius, quien sin oponer resistencia los acompañó.

Octavius fue conducido al lugar elegido para su muerte, el monte donde en otros tiempos se alzara el Capitolio romano. El sabio iba muy sereno, cuando le dieron la oportunidad de arrepentirse el respondió de la misma forma, muy tranquilo: “ ¿de qué sirve entonces todo lo que he enfrentado y arriesgado si me arrepiento ahora? Prefiero morir como un heroico espartano, en el campo de batalla, no me arrepentiré nunca”. Además de esto Octavius agregó algo similar a lo que dijo Platón mientras bebía la cicuta: “Cuando me maten, vendrán muchos más como yo”

Al fin llegaron al lugar donde habría de perder la vida, todo estaba listo, colocaron a Octavius en la hoguera, se le dio la oportunidad de decir unas últimas palabras, así que dijo: “ A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que el ser humano es un hombre que ama y venera a las mentiras, pues asesina brutalmente a aquel que dice la verdad, y desafortunadamente no soy el único que sufre este destino, otros antes de mí han sido desterrados o asesinados , como Orígenes entre otros, por el pecado de decir la verdad.”

Todos los presentes oyeron aquellas palabras y se conmovieron, por un momento pensaron en dejar libre a aquel hombre; sin embargo el Papa intervino rápidamente y con un tono burlón y sarcástico dijo: “¡Hermosas palabras!, ¿deseáis decir más?”

“Por supuesto – respondió Octavius - estoy a punto de hacer algo que vosotros decís que haríais, morir como Jesús, asesinado por gente como vosotros por el hecho de pensar por sí mismo y ser diferente a los demás”

Estas palabras hicieron que el pontifex maximus se inquietara, así que aceleró las cosas y él mismo le prendió fuego a la hoguera. Octavius no dijo nada ni emitió ningún sonido, sin embargo súbitamente exclamó: “¡Andron Epiphanon Pasa Ge Taphos!”, nadie entendió esto, y lo último que se le oyó decir fue: “¡Delenda est ecclesia!”; esto sí lo entendieron todos los clérigos y el papa, a quien hizo enfurecer realmente, se esforzó por borrar para siempre de la historia a Octavius, ordenó que quemaran la casa donde se había hospedado, con el anciano dentro de ésta.

Sin embargo, Lotario más tarde escribiría un libro, una biografía de su maestro, y en esta obra pondría lo último que le dijo su maestro: “Algunas veces las creencias son peligrosas, pues hunden a la persona en un estado de obstinación que le impide ver claramente las cosas, esta obstinación hace que la mente deje de funcionar, se lanzan juicios sin sentido ni fundamento ante todo lo que difiera de las creencias de la persona, y cualquier otra idea es desechada sin un análisis previo. El sobre-analizar las cosas y el sobre-pensar las cosas es lo que hace que un hombre sea distinto a los demás. Existen ocasiones en las que es necesario hacer a un lado las creencias y los dogmas propios para lograr ver más allá, hacer a un lado esa cortina que nos impide ver otra cosa que no sea lo que nosotros creemos”. Además Lotario añadió esto: “ Es una vergüenza lo que las dogmáticas creencias de la iglesia católica hicieron, acabaron con un gran intelectual y sabio , por diferir de lo que ellos creen que es lo correcto”.








Traducciones:
Vade in pace – Vayan en paz

Pro bono tua - Por tu propio bien

Andron Epiphanon Pasa Ge Taphos – El mundo es un sepulcro para los hombres ilustrados

Delenda est Ecclesia – La iglesia debe ser destruida

Consummatum est – Todo está acabado







Autor: Phosphoros

euthanasia
03-08-2003, 02:45 PM
Muy buena escritura, sobre todo para una persona de 14 años. En cierta forma me hace acordar a los libros de Paulo Coelho, que imagino habras leido, o debes empezar a leer inmediatamente. Lo unico que le falta es mayor escencia y consistencia. Te centras en lo general y olvidas los detalles, lo descriptivo. Se que todo eso es odioso, creeme, yo tambien he escrito mi cuota de historias.

Asumire, no se si errada o correctamente, que Octavius nunca existio, siendo esta historia un resumen de las dudas de cualquier catolico que desarrolla capacidad mental suficienta para descubrir las mentiras dentro de todo lo que le enseñaron. Me ha gustado particularmente este personaje, hay muchas historias que pueden ser contadas, en el inmenso periodo de su vida antes de su muerte.

Otro detalle es tu subestimacion de la Iglesia. Vamos amigo, los retratas como unos estupidos ignorantes. Si bien no son nada de eso. Alientan la ingorancia, pero no son nada estupidos. ¿Como sino hace 2000 que perduran?
No, en la batalla entre Octavius y el Papa, Octavius podria ganar espiritual e intelectualmente, pero la sagacidad de los Papas de aquella epoca, y su habilidad de manejar a la multitud hubieran sido la condena de nuestro heroe.

(Amigo Phosphoro, en cuanto a los mensajes privados, recuerda que debes limpiar tu casilla, si tenes 5 mensajes guardados no puedes recibir mas, y es imposible que te lleguen los mios)

Phosphoros
03-08-2003, 03:21 PM
En lo de los detalles tienes razón, sin embargo no podía incluirlos por razones de tiempo y de espacio. En cuanto a los Papas de aquella época, es muy fácil controlar a una mulitud si esta es ignorante y también si la tienes dominada por terror. Mi idea acerca de la iglesia y la razón por la que ha perdurado durante tanto tiempo es que sabe callarse cuando le conviene, además de que existimos muy pocos que en verdad nos preguntamos "¿por qué?", la mayoría de las gentes se conforma con lo que v;, en fin....también creo que el cristianismo ofrece consuelo a todos aquellos que sufren, los cuales son muchos; siempre ha habido, siempre hay y siempre habrá gente que sufra, ya sea por falta de dinero, por falta de integridad física y entre otras tantas, al ser la iglesia la institución de esta religión tan "magnifica" goza de muchos privilegios que la gente que sufre le brinda. Otra cosa, que a mí me parece muy graciosa es cuando le dices a alguien que no crees en la iglesia y te dicen que te vas a ir al infierno.....Vamos!, apuesto a que ellos son unos pecadores, pero como van a misa todos los domingos y dan mucho dinero a la iglesia, ellos piensan que al hacer esto hacen el bien y van a ir al cielo; el Papa lo dice: "no ir a misa es un pecado" a mí me parece peor ir a misa, y decir que uno es bueno y cree en Dios y después, cuando ve a alguien necesitado, hacerse el tonto.


Pero en fin, es mi opinión, además la iglesia ha cambiado, no es como la iglesia del siglo XI con la que sufrió Octavius, y ha brindado apoyo y consuelo espiritual a todos los que creen en ella, que es algo digno de reconocer.


Tomaré tu consejo y leere a Paulo Coelho, y nada más me queda decirte adiós y desearte suerte. Ah!, y por supuesto, agradecerte por la critica, ya más tarde te haré saber si mi cuento ganó algún premio en el concurso.

P.D. Estás en lo correcto, Octavius fue inventado por mí, y voy a borrar esos Private messages, no sabía que únicamente se pueden tener 5.

plexus
03-08-2003, 06:30 PM
am i in the twilight zone?

Phosphoros
03-09-2003, 10:51 AM
If you don't speak Spanish, why did you have to post?